domingo, 25 de mayo de 2014

Cuando llueve.

Cuando llueve, me quedo en la ventana mirando como cae la lluvia, me gusta imaginar sitios en los que poder estar.
Me gusta pensar en lo que puede venir, en un futuro perfecto, en alguien perfecto para mí.
Cuando llueve, siento que estoy viva, que siento, que tengo sentimientos.
A veces me siento sola, pero la lluvia me recuerda que no lo estoy, que siempre va a haber algo por lo que seguir luchando.
Siempre digo que no pido mucho, pero es mentira, soy exigente conmigo misma y mucho más con los demás.
Soy superficial, aunque el interior lo valore mucho más.
Nadie me puede llenar, la gente me aburre al poco tiempo, ya ni sé de que conversar.
Buenos libros, una taza de té, o un café solo por favor.
Soledad en mi habitación, una manta y la lluvia cayendo, no necesito nada más.
Una persona a mi lado destrozaría todo el equilibrio en mi habitación cuando llueve.
Cuando llueve es momento de soledad, de pensar, de imaginar, de esperar.
Y aquí sigo casi 18 años más tarde de mi primera lluvia esperando todavía algo que me parezca más bonito y especial que una simple taza de té y el sonido de las gotas caer.

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