Quiero vivir o morir.

Mi cabeza va a explotar. No me hables, no me digas nada, cállate ya. No quiero escuchar. No quiero tener contacto humano ¡déjame ya!
Quiero liberarme, quiero ser dueña de mí misma, de mis actos.
Deseo no tener que vivir con nadie ni para nadie. El día que pueda estar yo sola en una casa mía y me pueda matar cuando quiera porque nadie me va a llorar, ese día seré feliz.
Puede sonar triste que nadie llore tu muerte pero más triste es que todos estén destrozados porque tú has decidido hacer lo que deseabas, matarte.
No quiero estar más en esta cama, no quiero volver a ese baño donde vomitaba o me cortaba la piel, no deseo pisar el mismo suelo que pisé ayer. Detesto soportar las mismas inseguridades que están en mi mente día tras día.
Y me pregunto, ¿por qué? ¿por qué a mí? ¿por qué no me dejan en paz?
Monstruos en todos sitios, unos en mi mente, otros personas de carne, hueso y poco corazón.
Y me pregunto qué les habré hecho yo y por qué me quieren hacer vivir de esta forma, que ni es vivir ni es nada.
Necesito un respiro. Quiero respirar. Deseo salir de aquí.