Hoy.

Hoy más que nunca sé que no necesito a nadie, que no dependo de los demás y que sus opiniones no son importantes.
Yo era la que les daba importancia, yo era la que consentía que le mataran unos putos comentarios que no deberían haber tenido importancia.
Pero sí, me afectaron, demasiado.
¿Y sabes lo mejor? Que ya no, ya no duele, ya no quema y ya no me mata.
Que ahora me toca a mí decidir lo que me molesta y lo que no, que ahora soy consciente de todo lo que soy capaz de soportar y de conseguir.
Que ahora creo un poco en mí, y quiero luchar cada día más.
Que unos huesos marcados o sangre manando de mi piel no me va a ayudar, ni me va a hacer feliz en absoluto.
Tiene que haber una salida, joder, la hay, seguro.
Podré, puedo, y solamente tengo que luchar a diario por conseguirlo.
No es fácil, pero, MERECE LA PENA.
Saber no sé como he conseguido cambiar mi forma de pensar, simplemente pasó.
Simplemente vi que no podía seguir así y dentro de mí siento que merezco mucho más de lo que tengo y he tenido.
Pero nada cae del cielo, todo hay que trabajarlo para poder lograrlo.
Y yo voy a poder, puedo, podré, lo sé.