Puedes seguir, caminar, avanzar. Quizá merezca la pena andar.
Vas con tus botas nuevas impecables por ese campo lleno de barro, llovió.
Igual que pasó contigo, tu cara y tu cuerpo eran como un campo lleno de flores, pero lo destrozaste, tu mente lo destrozó todo.
Lo que no sabías es que ese barro lo único que hacía era dar un empujón a las flores para que crezcan, para que salgan, para que les de mañana el sol.
Tú has luchado, ahora sigues caminando, todavía estás aquí.
Bajo el sol, ahora has renacido, ahora eres consciente de que puedes lograr algo, de que puedes seguir aquí, luchar, vivir.
Tu melena al viento despreocupada, volando, brillante y abundante dejan ver que las cosas van bien aquí, algo dentro de ti se ha callado por fin y ahora realmente eres tú, ya no es esa niña pálida que parecía que se iba a romper.
Ahora es una guerrera con apariencia de niña, parece que seas normal, por fuera lo eres, o eso parece, pero por dentro has librado batallas que muchas personas no lograrían vencer.
TÚ HAS PODIDO, JODER.
Eres fuerte, entérate. Vuelve aquí, a la libertad, la naturaleza, los campos, las flores, los animales...aquí estarás a salvo, yo te cuidaré.
¿Quién soy? Soy este pájaro de aquí arriba, en el árbol más alto de todos los que hay y habrá, te he observado cada vez que venías y me alegra verte así, antes no creía que podrías con esto, no sabía si serías capaz de superarlo.
Pero has podido, me lo has demostrado y ahora también te lo has demostrado a ti misma.
Nunca vuelvas a esconder tus alas, eres un ángel con cicatrices, pero ya no te vas a hacer más heridas.